jueves, 19 de septiembre de 2019

DIVIDIDOS POR LA MITAD. LA SOMBRA Y LA PERSONA



En la entrada anterior explicamos como se ha ido formando el ego desde nuestros primeros años de vida. Hemos explicado como  ese proceso es el resultado de una demarcación ilusoria entre la mente y el cuerpo.

Cuando se traza una línea limítrofe entre lo que uno "es" y "no es", es también una línea de batalla en potencia ya que delimita los territorios de dos campos opuestos.

Al crear este nuevo límite entre la mente y el cuerpo, creamos un nuevo frente de batalla: los deseos de la carne se contraponen a las necesidades del alma, lo que es lo mismo que decir "el Espíritu quiere, pero la carne es débil". El hombre ha perdido contacto con la unidad de cuerpo y mente quedando en su lugar el pensamiento compulsivo por una parte y el cuerpo disociado por otra.

Este es el nivel de conciencia del ego. El hombre está identificado con una imagen mental de si mismo.

Ahora bien, dentro del ego hay un límite mas reducido entre lo que "uno es" y "no es", de manera que solo le damos cabida a ciertos aspectos del "yo" que son aceptados por nuestros padres, los sacerdotes, nuestra cultura, nuestra sociedad etc..

Aspectos que son considerados como buenas costumbres, buena educación o moralmente aceptados, serán los aspectos que formen parte de nuestro ahora reducido "yo" y esta imagen mas empobrecida es a lo que llamamos PERSONA (máscara). A todos aquellos aspectos rechazados, no aceptados y que hemos reprimido los ponemos del otro lado de la valla, pasando a las líneas enemigas y los llamamos SOMBRA.

Esta sombra va acumulándose desde nuestra niñez y cuanto más adecuado se es para el mundo, para la familia o para la sociedad, más sombra se tiene acumulada. Esta sombra te quita energía y te debilita cada vez más.




LA PROYECCIÓN DE LA SOMBRA


La proyección es el mecanismo que nos permite mantener una conexión con estos aspectos negados de nosotros mismos, sin necesidad de identificarnos con ellos. 

El ser humano utiliza la proyección para situar fuera de sí aquellos aspectos que siempre han formado parte de él pero que fueron obviados, con la finalidad de poder recuperarlos en el momento que esté dispuesto a hacerlo. 

Todo aquello que, por una razón u otra, creemos «no tener» o «no ser», debe volver a nosotros. 

Gracias a la proyección, podemos recuperarlo e integrarlo para volver a la unidad. 

En este proceso de proyectar, creemos ver fuera, es decir en otras personas, todos estos aspectos que forman parte de nosotros pero que ya no los conocemos porque los hemos olvidado.

Proyectamos fuera  tanto los contenidos  considerados "negativos", como los contenidos considerados  "positivos" que también  forman parte de nuestro inconsciente. Por ejemplo, puedo sentir que no poseo una cualidad que yo considero "positiva" y me gustaría tener, entonces creo verla, conocerla, en otra persona, aunque la palabra correcta es "reconocerla"

En realidad sale de mí, como en un proyector; es imposible ver algo fuera que no exista previamente en mí. 

Esto funcionará como una energía que me atraerá o me alejará de esa persona aparentemente y sin saber por qué, es decir de forma inconsciente. Mientras tanto, mi parte consciente en un intento de justificarla, intentará ponerle un nombre: amor, enamoramiento, tener feeling..... o incompatibilidad, odio, o falta de feeling, entre otras muchas expresiones. 

El hombre presenta una fuerte resistencia a aceptar su propia sombra...a admitir que los rasgos que proyecta son suyos......Porque la sombra se encuentra en las filas del enemigo.

"Prefiero ser un hombre completo, que un hombre bueno". C.G.Jung

COMO SABER LO QUE ESTAMOS PROYECTANDO


Todas aquellas cosas que quiero cambiar en el otro, todas aquellas cosas a las que les tenemos miedo, cualquier cosa que nos haga enfadar, todo aquello que nos neguemos a aceptar. 
Todos estos son aspectos que los justificamos y que no exploramos los temas subyacentes que verdaderamente nos atormentan.

Nuestras proyecciones pueden ser positivas que es lo que admiro y no me atrevo a ser o negativas que es lo que desprecio y no me atrevo a mostrar.

COMO DESMANTELAR LA PROYECCIÓN

1-Tomar consciencia que nos estamos proyectando es hacernos responsables y transformarnos en adultos emocionales.
2- Invertir el sentido de la proyección.

Algunos ejemplos de proyección:

            SÍNTOMA                                                                    SOMBRA


1.           EL MUNDO ME RECHAZA                             RECHAZO AL MUNDO
2.           MIS PADRES QUIEREN QUE ESTUDIE        QUIERO ESTUDIAR
3.           ME QUIEREN HACER DAÑO                         QUIERO AGREDIR                  
4.           ME RETRAIGO                                                 TE EMPUJARIA, TE HECHARIA             
5.           NO PUEDO                                                        NO QUIERO
6.           TENGO QUE, DEBO DE                                  DESEO, QUIERO

7.           ENVIDIA                                                           NO PUEDO SER COMO EL

     Con el paso de los años, hemos ido formando el espectro de la conciencia que, originada del ser y de la totalidad, se ha ido encogiendo, estrechando, haciéndose cada vez más restringida, y “los que no soy”, “lo que existe ahí afuera”, se ven como objetos extraños, ajenos y enemigos.

Pero todo esto no son más que "proyecciones", y todos ellos pueden ser redescubiertos como aspectos propios del ser y aunque a veces este descubrimiento sea doloroso, termina siendo jubiloso porque, tomar consciencia de que un objeto de ahí fuera, es en realidad un aspecto de nosotros mismos, convierte a los enemigos en amigos y las batallas en juegos.



EL GRAN PROBLEMA DE LA CONCIENCIA DUAL es pensar y creer que mis problemas están fuera y que mis soluciones están fuera. Creer que la solución a mi vida está en que el otro cambie, que lo que está afuera cambie y me olvido que eso que percibo y me molesta del otro o de lo que está ahí afuera y que quiero cambiar, tiene que ver conmigo (con aquello que en algún momento reprimí y que ahora se está expresando).
El cambio está en mí, no está afuera,  esto es desarrollar la conciencia de unidad.

SI ME MIRO AL ESPEJO Y ME VEO DESPEINADA… ¿A QUIEN PEINO? ¿A MI O LA IMAGEN DEL ESPEJO?
"Uno no alcanza la iluminación fantaseando figuras de luz, sino haciendo consciente su oscuridad". C.G.Jung

Cuando más integramos nuestra sombra, más fuerte somos, los niños tienen tanta energía porque no tienen sombra, pero a medida que van creciendo y se los va "educando" o adecuando, se les va creando sombra y van perdiendo energía. 

¿cómo saber lo que perdimos de niños?  veamos nuestra sombra ahí afuera y al integrarla recuperaremos aquello que hemos perdido.

El Ser es el que viene al mundo y se lo va transformando en ego. Para regresar a Dios, a la fuente, el ego debe morir para que reaparezca el Ser. Generalmente esto sucede con la muerte la física, aunque hay otro camino.....

En la próxima entrada, "El viaje del héroe primera parte", el mundo dual y la percepción. El comienzo del viaje de retorno al Ser, para recuperar todo aquello que creemos haber perdido.


Fuentes:

La Conciencia sin Fronteras (Ken Wilber)
Encuentro con la Sombra (C. Zweig y J. Abrams)
Aspectos fundamentales del desarrollo I (Enric Corbera Institute®)
Hacia la Conciencia de Unidad (María Martha de Benito)












miércoles, 4 de septiembre de 2019

LA FORMACIÓN DEL EGO, LA PERSONA Y LA SOMBRA



FORMACIÓN DEL EGO


En la entrada anterior dijimos que cuando respondemos a la pregunta ¿quien soy? trazamos una línea o límite mental, y todo lo que queda dentro de ese límite se percibe como "yo mismo" y todo lo que está por fuera del límite queda excluido. Uno llega a percibir "soy esto y no aquello" mediante el procedimiento de trazar una línea limítrofe, para después reconocer su identidad con "esto" y no con "aquello".

La primera línea que trazamos es la de la piel, todo lo que está dentro de la piel soy yo, mientras que todo lo que está fuera no. Pero hay otro límite mucho más significativo que muchos individuos trazan, entre lo que uno "es" y "no es", y es en el interior mismo de su organismo (mente y cuerpo), lo que hace que el individuo se identifique con una sola faceta de su organismo, con una imagen mental de si mismo el Ego. (Wilber,1984).

Biológicamente no hay explicación o fundamento para esta disociación entre la mente y el cuerpo, la psique y el soma, o el ego y la carne. Es una epidemia psicológica.

Por una parte, y durante toda la vida, el cuerpo es fuente de placeres, por medio de los sentidos podemos apreciar los mas bellos atardeceres, degustar las delicias de una buena cocina, o sentir el éxtasis del amor erótico. Pero por otra parte el cuerpo también es fuente de dolor o enfermedad.




Para un niño de dos o tres años. el cuerpo es la única fuente de placer pero también es la primera fuente de dolor y de conflicto con los padres. Además el cuerpo fabrica continuamente desechos, que por razones que el niño no entiende en absoluto, son una fuente de alarma y ansiedad para los padres, ejemplo: mojar la cama, los movimientos del vientre, sonarse la nariz, etc todo es motivo de alarma y todo se relaciona con el cuerpo.

Finalmente en la madurez el individuo ya se ha despedido del cuerpo, quedando afuera del límite entre lo que es y no es. Se traza la frontera entre la mente y el cuerpo de tal forma que el individuo llega a tener la sensación de vivir dentro de la cabeza.

Siente que es un yo, un ego y que por debajo de él cuelga su cuerpo.




LA PERSONA Y LA SOMBRA


A los dos o tres años de edad toda nuestra psique irradia energía. Un niño corriendo es una esfera de energía. 

Un buen día escuchamos a nuestros padres decir cosas como: ¿puedes estarte quieto de una vez? o ¡deja de fastidiar a tu hermano!. Ese día descubrimos que ciertos aspectos de nuestra personalidad le molestan a nuestros padres y entonces para seguir siendo "merecedores"  de su amor, comenzamos a reprimir, y escindir estos aspectos que les desagradan. Imagínate que es como si los guardáramos dentro de una bolsa  (inconsciente). 

Ahora hemos reducido mas el límite entre lo que "es" y "no es" de manera que solo le damos cabida a ciertas partes del "yo". Esta imagen mas reducida es a lo que llamamos PERSONA (máscara) y a los aspectos no aceptados (los que fueron a la bolsa es decir el inconsciente) lo llamamos SOMBRA.

Para cuando llegamos a la edad escolar esta bolsa  ya es bastante grande y entonces llegan los maestros que te dicen cosas como: "los niños buenos no se enfadan", "no gritan", "se callan", "no lloran"...de modo que mandamos a la bolsa es decir, pasan a la sombra, nuestra ira, nuestra necesidad de expresión, tristeza y etc, etc, etc...

En la adolescencia nuestro lastre sigue creciendo porque ahora no son solamente los adultos quienes nos oprimen, sino que también son nuestros mismos compañeros los que lo hacen, porque hay que encajar en un tipo o clase de imagen social o moda.

La adolescencia representa para el individuo la culminación de la formación del ego. 

Al llegar a los veinte años ya no queda nada de esa Esfera de energía que éramos de niños, apenas nos queda una rebanada,  pues el resto de la energía está en la bolsa, es decir en nuestra sombra.

La sombra personal se desarrolla en todos nosotros de manera natural. Cuando nos identificamos con determinados rasgos ideales de nuestra personalidad como la buena educación, las buenas costumbres, la bondad, por ejemplo y vamos desterrando aquellas cualidades que no se adecuan a nuestra imagen ideal, como el egoísmo, las groserías, la ira, etc. 

Son muchas las fuerzas que ayudan a la formación de nuestra sombra y determinan lo que está permitido o no. Los padres, los parientes, los maestros, los amigos, los sacerdotes.

Cada cultura, cada familia, demarca de manera diferente lo que corresponde a la persona y lo que corresponde a la sombra. Algunas permiten la expresión de la ira y la agresividad mientras que la mayoría no, otras consienten la ambición por el dinero, la expresión artística o el desarrollo intelectual, mientras que otras en cambio a penas si lo toleran. 

En todo caso, todos los sentimientos y capacidades rechazados por el ego y desterrados a la sombra, alimentan el poder del lado oscuro de la naturaleza humana. 

No todos ellos son rasgos negativos, pues este misterioso tesoro (llamado el oro de la sombra) también alberga aptitudes y talentos que no hemos llegado a desarrollar, porque  no eran bien vistos por nuestros padres o nuestra sociedad.

Según la analista Jungiana Liliane Frey-Rohn, "la sombra permanece conectada con las profundidades olvidadas del alma, con la vida y la vitalidad, ahí puede establecerse contacto con lo superior, lo creativo y lo universalmente humano".

¿Cómo recuperamos esa energía que teníamos de niños y que ahora está en nuestra sombra?....

La respuesta, en la próxima entrada que profundizaremos más al respecto!!!!.

Fuentes:

La conciencia sin Fronteras (Ken Wilber).
Encuentro con la Sombra (C. Zweig y J. Abrams)